08 Sep 2024
Tensiones diplomáticas a raíz de los enfrentamientos entre rebeldes tuaregs, yihadistas, ejército y mercenarios
El grupo paramilitar ruso Africa Corps (anteriormente conocido como Wagner) sufrió considerables pérdidas a finales de julio en un enfrentamiento en el norte de Mali, donde lucha junto a las Fuerzas Armadas de Mali (FAMa) tanto para recuperar el territorio controlado por los rebeldes tuaregs como contra la presencia de yihadistas en el mismo.
La CSP-PSD (Marco Estratégico para la Defensa del Pueblo del Azawad), una coalición político-militar de independentistas tuaregs que aspiran a la creación de un Estado propio, ha reivindicado la autoría del ataque, que podría haber causado la muerte de unos 85 mercenarios rusos. Por otro lado, el JNIM (Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes), rama de África Occidental de Al Qaeda, también se ha atribuido parte de las bajas rusas. Aunque tanto los independentistas como los terroristas son enemigos del convoy ruso-maliense, ambos grupos niegan cualquier tipo de coordinación. El JNIM parece estar aprovechando el caos creado por la salida de la ONU de territorio maliense (a petición de la junta militar que gobierna el país) y la renovada ofensiva tuareg para llevar a cabo ataques tanto contra las Fuerzas Armadas como contra civiles.
Por si fuera poco, Ucrania también ha reivindicado parte de responsabilidad en el ataque contra los contratistas rusos: el portavoz de los servicios de inteligencia ucranianos admitió que habían dado a los rebeldes “la información necesaria, y no solo información, que les permitió llevar a cabo una exitosa operación militar contra criminales de guerra rusos”. Todo ello ha causado un terremoto diplomático en la región: tanto Mali como Níger (en solidaridad) han roto relaciones con Ucrania y la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), ha condenado “toda interferencia exterior en la región (…) así como cualquier intento de arrastrar a la región a las confrontaciones geopolíticas actuales”. En otros países africanos también se ha recibido mal el gesto ucraniano, tanto por suponer una afrenta al ejército nacional de Mali (aunque su Comandante en Jefe y jefe de Estado del país, Assimi Goita, llegase al cargo a través de un golpe militar), como por constituir un apoyo indirecto a los objetivos de los yihadistas del JNIM.