02 Jun 2024
Encallan las negociaciones para la construcción del gasoducto Power Siberia 2
Inasumibles. Así han calificado en Moscú las condiciones que China ha impuesto para llevar a cabo el segundo gasoducto.
De acuerdo con la información que ha trascendido, China habría pedido pagar precios cercanos al precio nacional de Rusia, donde el gas se encuentra notablemente subvencionado. Además, solo se comprometería a comprar una pequeña parte de los 50.000 mill. m3 de la capacidad prevista de la tubería, por lo que Rusia tendría que buscar compradores adicionales. El fracaso de las negociaciones muestra el complejo equilibrio de poder entre Pekín y Moscú. Desde la invasión de Ucrania, Rusia ha aumentado de forma considerable su dependencia económica de China y Pekín no duda en aprovechar dicha dependencia de forma ventajosa. El gigante asiático ya paga el gas ruso a un precio muy inferior que el que paga a sus otros proveedores, alrededor de 4,4 dólares por mill. btu, frente a los 10 dólares de Myanmar y los 5 dólares que percibe Uzbekistán. Conviene señalar que, por el momento, con los contratos a largo plazo que tiene firmados Pekín tiene cubiertas todas sus necesidades de abastecimiento energético hasta 2030, cuando se espera que su demanda se eleve hasta los 250.000 mill. m3. Así pues, la construcción de la nueva tubería no está entre sus prioridades más inmediatas. En cambio, para Rusia, la situación es de extrema necesidad. Moscú no tiene otra forma de dar salida al gas natural que antes destinaba al mercado europeo y por el que percibía un precio sensiblemente mayor al que paga China, unos 10 dólares por millón de btu. Sin embargo, la caída de las ventas europeas en 2023 hizo que la compañía registrase su peor resultado de los últimos 25 años, con pérdidas de 6.900 mill.$.