23 Feb 2025
Antes la partición que la paz
Sudán, tras casi dos años de guerra civil, parece estar destinado a una partición entre los dos bandos del conflicto.
En los últimos meses, las Fuerzas Armadas (SAF) lideradas por el jefe de Estado de facto, Abdel Fattah Al Burhan, han logrado recuperar posiciones de importancia estratégica al este del Nilo, que atraviesa el país, gracias a los suministros de material militar de Egipto, Irán y Rusia y al apoyo táctico de milicias islamistas (ligadas al antiguo régimen de Omar al Bashir y a los Hermanos Musulmanes). Al oeste del río, el grupo paramilitar RSF, con Hamdam Dagalo “Hemedti” al frente, discuten sus planes para formar un gobierno paralelo, en lo que constituiría la partición del país y lo que dejaría una enorme parte de las reservas de oro sudanesas bajo el control de las RSF. Esta idea está apoyada por sus socios comerciales de Emiratos Árabes Unidos (EAU), quienes importan la gran mayoría de la producción áurea del país y, además, perciben cualquier conexión con los Hermanos Musulmanes como una amenaza existencial a la región. Desafortunadamente, parece que la paz no llegará pronto para los millones de sudaneses que sufren las consecuencias del conflicto, una situación que las Naciones Unidas han descrito como “la mayor y más severa crisis alimentaria jamás vista”.