12 mar 2024
La montaña rusa de los tipos de interés
Las expectativas de recortes en el precio del dinero caen pero eso no frena el impulso de los mercados, que celebran que no habrá recesión y, sobre todo, que la pesadilla de la inflación está muy cerca de su final. Un escenario positivo que impulsará la economía y la actividad empresarial.
Alex Ordóñez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
En el arranque de año, los analistas y el consenso del mercado esperaban que la Reserva Federal de EEUU (Fed) efectuara hasta siete recortes de tipos de interés a lo largo del presente ejercicio. Asimismo, la expectativa para la eurozona fijaba entre cinco o seis rebajas en el precio del dinero que empezarían en marzo. Esas excelentes expectativas unidas a los buenos resultados de las empresas hicieron que el primer mes de la bolsa en general fuera positivo, pese a terminar al alza también el pasado año.
De hecho, los principales indicadores de Wall Street están situados en máximos históricos, un nivel del que no están demasiado lejos sus homólogos europeos, menos el español Ibex 35. Este peor desempeño de la referencia de la renta variable nacional no quiere decir que nuestro país tenga más problemas que el resto o que estemos en una peor situación económica. Nada de eso, los motivos que retrasan (y aún lo hacen) al selectivo frente a otros índices como el Cac francés o el Dax alemán residen en la banca que tiene un gran peso en el Ibex y que es el sector al que menos le interesa el recorte de tipos, y en Grifols, cuyos títulos siguen sufriendo los ataques del fondo bajista Gotham.
En otras palabras, dos aspectos puntuales que dejan al Ibex lejos de la referencia europea, el Eurostoxx 50, pero que no es indicativo de nada preocupante, salvo para Grifols claro está.
En la actualidad esas expectativas de recortes de tipos de interés, que es lo que la economía y la actividad empresarial necesitan para disparar su impulso, se han rebajado de manera drástica. De hecho, en EEUU, el consenso del mercado de Bloomberg ya solo anticipa cuatro recortes de tipos por parte de la Fed, o 75 puntos básicos, cuando hace poco más de un mes se esperaban seis o siete y 150 puntos básicos. Algo similar ocurre en Europa, donde casi nadie se atreve a atisbar más de tres o cuatro rebajas que, como pronto, arrancarán en junio.
Pese a esta menor ayuda por parte de la política monetaria de los dos bancos centrales más importantes de Occidente, las bolsas siguen de fiesta, cerrando un febrero al alza y manteniendo un sólido vigor en marzo. De hecho, el Ibex ya está en positivo en el ejercicio y se encuentra en máximos históricos si a la cotización propiamente dicha se le suman los jugosos dividendos que reparten las compañías.
¿A qué se debe todo este entusiano, pese a la montaña rusa de los tipos de interés con cambios continuos en las expectativas de tipos? Existen varios motivos que explican el optimismo de los inversores y que adelantan unos meses positivos en los que las compañías, también las pymes, pueden impulsar su crecimiento. Vayamos por partes.
Adiós a la recesión
Hace pocos meses los economistas casi veían a la eurozona en recesión (dos trimestres seguidos de crecimientos negativos) y a EEUU con un débil crecimiento. Hoy en día nadie prevé este escenario sino un aterrizaje suave de las economías. En otras palabras, el peligro de la crisis se ha ido definitivamente, pese a las incertidumbres que para el comercio y para el crecimiento supone la existencia de dos conflictos armados del calibre de Ucrania y Gaza. El mero hecho de que el PIB de EEUU y el europeo resistan a los tipos altos ha sido clave para que el dinero siga entrando en los mercados.
Solidez de los resultados de las empresas
Las grandes cotizadas españolas cerraron el pasado año con un beneficio conjunto superior a los 50.000 millones que no pudo batir el récord histórico de 2022 pero solo por el impacto negativo de Arcelor, que en el ejercicio previo tuvo unas ganancias inauditas por el impulso del precio del acero tras la pandemia del Covid. En otras palabras, las empresas siguen comportándose bien y las perspectivas de beneficio para este año son incluso mayores. Un buen desempeño que no se ciñe a España, ya que también tiene lugar entre las cotizadas europeas y estadounidenses, lo que sigue insuflando optimismo a los mercados.
Se atisba el fin de la pesadilla de la inflación
En su última reunión, el Banco Central Europeo mantuvo los tipos de interés en su nivel actual (4,5%), pero anticipó que la inflación estaría a final de este mismo año y en el siguiente en los niveles que el organismo considera normalizados (2% aproximadamente). Por si fuera poco, la presidenta del eurobanco, Christine Lagarde, deslizó el mes de junio como posible para empezar a recortar los tipos. En el caso de EEUU, el mensaje de la Fed no fue tan claro tras su última reunión, pero tampoco se desvelaron mayores peligros con el comportamiento de los precios.
Esto quiere decir que la pesadilla de la inflación, en la que la práctica totalidad del mundo entró con el repunte de la demanda tras el fin de la pandemia y que se fortaleció con el inicio de la guerra en Ucrania, parece estar acercándose a su fin. Sin duda un escenario muy positivo que también impulsa los mercados ya que anticipa un mayor crecimiento económico.
Todo lo anterior evidencia que, pese a que las expectativas con los tipos eran mejores en el inicio del año que ahora, las bolsas siguen de rally ante un ejercicio fiscal que sigue teniendo buenas perspectivas y que las empresas pueden aprovechar.
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