04 abr 2024
Qué hacer con los excedentes de tesorería de una pyme
Un exceso de liquidez siempre es una buena noticia para los gestores de una empresa, pero hay que evaluar con calma por qué se ha producido para intentar detectar cualquier posible anomalía en la gestión contable. Existe un abanico de posibilidades para las que destinar el dinero sobrante, aunque hay que analizar si la mejor decisión puede ser la de mantener ese capital en barbecho a la espera de que surja la oportunidad adecuada.
Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce
A menudo, un emprendedor no repara en la importancia que tiene la contabilidad para el éxito de un negocio. Sí, tener una buena idea es fundamental, contar con la financiación necesaria es clave y, por supuesto, tener un plan de desarrollo contribuye de manera decisiva al éxito de cualquier proyecto, pero la contabilidad es el complemento idóneo para que todas las cosas que se hacen bien a la hora de gestionar una compañía tengan una traslación evidente en su buena salud financiera.
Uno de los indicativos para conocer la buena salud financiera es el excedente en el capital circulante, pero cuidado, porque no siempre que se produce quiere decir lo mismo. De hecho, en el peor de los casos, una liquidez excesiva puede significar que se han pospuesto demasiados compromisos a corto plazo para el largo plazo (por ejemplo, un préstamo) con lo que la tesorería a futuro se puede haber puesto en riesgo.
Vamos a analizar en detalle las consecuencias que tiene un exceso de caja en una pyme y qué se puede hacer para mejorar la gestión de la compañía.
Significado
Cualquier experto en contabilidad dirá que lo ideal es que la fotografía contable y financiera de una empresa esté siempre en equilibrio. Es decir, que la situación de ingresos y gastos, de activos y pasivos, guarde una equivalencia aproximada, de manera que cualquier cambio no suponga una alteración excesiva de todos los elementos numéricos que conforman la realidad de una organización.
Un excedente en la tesorería se produce cuando, después de haber hecho frente a sus obligaciones de pago, fundamentalmente con los proveedores y con el abono de salarios y de impuestos, los fondos netos que quedan para la empresa superan de manera relevante con las estimaciones previstas.
Es frecuente que se confunda un excedente en la tesorería con el incremento de los beneficios y no tiene por qué necesariamente ir unido lo uno a lo otro. Es más, un excedente de tesorería simplemente se refiere a un aumento de la liquidez esperada, que no tiene que reflejarse en un incremento del beneficio neto al final del ejercicio.
Pongamos un ejemplo: si el departamento comercial de una organización estimula las ventas, desde el punto de vista contable se producirá un crecimiento de los ingresos y probablemente de la liquidez, pero no tiene que ser equivalente a un aumento significativo del excedente de la liquidez, dado que algunos de los clientes es posible que no hayan abonado dinerariamente sus compras si están comprando a crédito o a plazos.
En todo caso, los excedentes de tesorería suelen producirse por dos factores principales:
- El aumento de los ingresos que ha superado lo inicialmente previsto y que, por lo tanto, aumenta el flujo de capital circulante si se cobran las facturas pendientes.
- Como consecuencia de no haberse agotado las partidas presupuestarias previstas en el plan de la empresa para ese ejercicio. Por ejemplo, es el caso si el departamento de marketing y publicidad no ha contratado todos los espacios previstos para dar a conocer a la compañía entre la sociedad.
Qué hacer con un excedente de tesorería
Hay que ponerse siempre en el lado positivo: siempre es mejor que una empresa tenga exceso de liquidez a que, por el contrario, no disponga del capital suficiente con el que atender los pagos a corto plazo. En este último escenario, sí que existe un problema grave que delata una deficiente gestión contable y que tendrá que solucionarse recurriendo a financiación ajena con el consiguiente pago de intereses o teniendo que prescindir de ciertos gastos de manera inmediata, como maquinaria o capital humano.
Por el contrario, cuando hay un excedente de tesorería, los gestores de la organización pueden decidir acometer una o varias de estas acciones:
- Satisfacer pagos pendientes, como un préstamo o un pago a algún proveedor.
- Incrementar su fondo de maniobra ante potenciales incidencias financieras que se puedan producir en el futuro.
- Acometer nuevas inversiones que se habían pospuesto, como la compra de maquinaria o el arrendamiento de una nueva oficina o de un almacén.
- Mantener ese volumen de liquidez a la espera de que surja la oportunidad de invertirlo. Por ejemplo, una buena alternativa según la coyuntura de tipos de interés, podría ser suscribir un depósito financiero con el que obtener una rentabilidad segura.
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