30 jun 2024
Primer gran éxito en la nueva carrera espacial
Una sonda china que transportaba muestras de la cara oculta de la Luna regresó a la Tierra el pasado 25 de junio, culminando una misión técnicamente compleja de 53 días anunciada como una primicia mundial.
La Administración Espacial Nacional de China calificó la misión de "éxito total". Los materiales recogidos allí podrían ayudar a comprender mejor cómo se formó la Luna y cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo. La misión demuestra la avanzada capacidad tecnológica de China. Sin embargo, la significación política de la misión es evidente. Tras más de cinco décadas desde que Neil Armstrong pusiese un pie en la Luna existe una nueva carrera por regresar, con paralelismos notables con la carrera espacial entre soviéticos y estadounidenses durante la Guerra Fría. Hoy en día, Washington y Pekín también compiten por la hegemonía mundial, pero con diferencias significativas. Actualmente hay muchos más actores implicados (hoy 80 países tienen un programa espacial); algunos como la India con sus propios planes, lo que configura un contexto más complejo. No obstante, sí parece que se estaría configurando una competencia por bloques, en claro reflejo de la geopolítica actual. Rusia colabora con China en la Estación Internacional de Investigación Lunar, mientras que Estados Unidos está creando una "coalición de voluntarios" a través de sus Acuerdos Artemis. Un marco que establece algunos principios básicos de cooperación para las operaciones lunares, incluida la afirmación de que la extracción de recursos de la Luna es legal según el derecho internacional, una cuestión que sigue en el aire. En efecto, además de carácter político la nueva carrera espacial tiene carácter económico ya que la Luna se ha convertido en objeto de deseo, con la vista puesta en encontrar el mejor terreno para extraer recursos minerales críticos y, potencialmente, helio-3, que puede utilizarse como combustible.