Maduro se aferra al poder

La orden está vinculada a cargos de "usurpación de funciones" y "falsificación de documentos" relacionados con la publicación de actas electorales que, según la oposición, demuestran su victoria. Esta medida ha sido rechazada por nueve países latinoamericanos, la Unión Europea, Estados Unidos y la ONU, quienes la consideran una persecución política y critican la falta de garantías judiciales en Venezuela.

Desde que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara a Nicolás Maduro como ganador con el 51,97% de los votos frente al 43,18% de González, se han solicitado auditorías independientes y la entrega de las actas de votación para su verificación, sin que hasta ahora se hayan atendido estas peticiones. La oposición, liderada por María Corina Machado, ha denunciado numerosas irregularidades, incluyendo la intimidación a votantes y la manipulación de los resultados. La respuesta internacional ha sido mixta: mientras que Estados Unidos, Canadá y varios miembros de la Unión Europea han rechazado reconocer el resultado; Rusia, China, Cuba y Bolivia han felicitado a Maduro. Este panorama refleja tensiones geopolíticas que podrían influir en las relaciones exteriores de Venezuela, particularmente en relación con su posible ingreso al grupo BRICS. Maduro, quien iniciará su tercer mandato el 10 de enero, ha anunciado cambios en su gabinete y ha prometido profundizar las políticas socialistas, por ejemplo, adelantando al 1 de octubre las fechas navideñas, cuando tradicionalmente se intensifica el reparto de alimentos a los más necesitados. Todo indica que continuará ignorando las demandas de publicación de actas y aplicando mano dura contra opositores. Hasta ahora se ha detenido a más de 2.500 personas desde las elecciones, mientras el descontento popular continúa aumentando.