Crecimiento por encima de las expectativas

La expansión fue impulsada por el gasto de los hogares, favorecido por la mejora del mercado laboral, una moderación de la inflación y las transferencias del Gobierno. Por sectores, destacó el crecimiento intertrimestral de la agricultura, que aumentó un 11,3%, y los servicios, con un alza del 1,4%, mientras que la industria se mantuvo estable. Conviene señalar que la expansión de la producción agrícola obedece a factores estacionales, ya que el primer trimestre concentra las importantes cosechas de soja y maíz, que tienen un peso económico mucho mayor que las cosechas tradicionales del cuarto trimestre, como trigo y naranjas. Sin embargo, en términos interanuales, la agricultura se contrajo un 3%, penalizada por el evento de El Niño.

El ministro de Finanzas, Fernando Haddad, celebró el buen dato y señaló que se alinea con las proyecciones del gobierno, que en mayo aumentó su proyección de crecimiento para este año del 2,2% al 2,5%. No obstante, estas previsiones no tienen en cuenta los efectos de las devastadoras inundaciones en el estado de Rio Grande del Sur, que representa cerca del 6,5% del PIB brasileño. Algunos economistas advierten que este repunte podría ser temporal y señalan, entre los desafíos a corto plazo, una caída más lenta de lo esperado en las tasas de interés, un real más débil y las importantes inundaciones en el sur de Brasil en abril y mayo.