Acuerdo estratégico integral

En Pyongyang, ambos han sellado un acuerdo de asociación estratégica que supone alcanzar un nuevo nivel en sus relaciones bilaterales, especialmente en los temas relacionados con comercio, inversión y defensa. El nuevo acuerdo incluye un pacto de defensa mutua en caso de agresión extranjera, así como una alianza para luchar contra las campañas de desinformación, algo especialmente paradójico en dos países que no permiten la libertad de prensa. Resulta muy probable que Corea del Norte necesite de la asistencia rusa para desarrollar su programa de misiles balísticos y submarinos nucleares, actualmente bajo un estricto régimen de sanciones. De ser así, las empresas rusas involucradas se expondrían a nuevas sanciones por parte de Occidente al romper el Tratado de No Proliferación Nuclear que previene la expansión de armas nucleares. China, tradicional aliado del régimen de Corea del Norte, no ha hecho declaraciones sobre el nuevo acuerdo. Sin embargo, la mayor cooperación entre Pyongyang y Moscú podría exponer a las empresas e instituciones financieras chinas que operan en Rusia a sanciones secundarias si se demuestra su implicación en el ámbito militar. Se evidencia así cómo la alianza entre países revisionistas como Rusia, Corea del Norte, Irán y China se encuentra cada vez más cohesionada. Una unión que persigue un único objetivo: derrocar el orden internacional liderado por Estados Unidos.