¿Cómo es posible aumentar la productividad en una pyme?

Carlos Sánchez - Colaborador de Asesores de Pymes externo a Cesce

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Cualquier empresa, grande o pequeña, tiene permanentemente entre sus objetivos estructurales el aumento de la productividad. Su crecimiento suele tener aparejado otros beneficios para la organización, como una mayor rentabilidad financiera, una mejor producción o el cumplimiento de las metas fijadas en el plan de negocio. Es posible incrementar la productividad de una compañía a través de diferentes vías, aunque siempre hay que partir de un análisis previo sobre la situación real de partida de la organización.

En qué consiste la productividad empresarial

La productividad empresarial es una magnitud que pone en relación los bienes o servicios producidos por la compañía con los recursos que se han tenido que utilizar para lograrlo. Por regla general, una empresa es más productiva cuanto más bienes o servicios produce consumiendo la misma cantidad de recursos. Los principales recursos que suele precisar una empresa para funcionar son materias primas, recursos humanos, tiempo y recursos económicos.

Estrategias para mejorar la productividad de una empresa

Para mejorar la productividad de una empresa es posible poner en marcha ciertos mecanismos, como pueden ser:

• Tecnología. La inversión en tecnología permite sistematizar procesos de trabajo y ciertas tareas, lo que posibilita generar un valor añadido mientras se mantienen estables el resto de factores de producción. Habitualmente, un customer relationship management (CRM) o un enterprise resource planning (ERP) son claves para incrementar la productividad en las labores de gestión de una entidad. Desde el punto de vista de la producción, está siendo fundamental el uso de las nuevas tecnologías, como el machine learning, la inteligencia artificial o el cloud computing.
• Formación. Empleados más formados, con mayores habilidades y mejor fidelizados tienden a ser más productivos. Lograrlo implica destinar mayores recursos para su formación, de modo que se incremente su motivación y su capacitación. En la actualidad, es posible mejorar los soft skills de los profesionales a través de la teleformación, que les permite por medio de cursos de e-learning aprender a cualquier hora, desde cualquier dispositivo conectado y sin afectar negativamente a su desempeño profesional. Un entorno profesional que estimule el desarrollo y la formación de las personas es clave para conseguir no sólo atraer talento sino fidelizarlo.
• Trabajo en equipo y comunicación interna. El trabajo en equipo favorece la motivación, estimula la creatividad e incrementa el sentimiento de pertenencia a una empresa. Para potenciarlo es clave contar con el apoyo de los líderes de todos los departamentos, de modo que sepan en todo momento acerca de la realidad de cada estamento de la organización y puedan ser ellos mismos los que establezcan sinergias colaborativas. Desde el punto de vista de los directivos de la entidad, para incrementar la comunicación interna es fundamental facilitar a todo el personal canales efectivos de comunicación. Si se consigue, es probable que se incremente el grado de compromiso y de fidelidad de la plantilla. 
• Flexibilidad. La flexibilidad es un hito cada vez más valorado por los profesionales ya que facilita la integración de sus carreras laborales con sus ámbitos más personales. A largo plazo, los trabajadores que gozan de un régimen laboral más flexible tienden a rendir mejor ya que, gracias al teletrabajo y a las nuevas tecnologías, pueden organizarse de manera autónoma para la realización de sus cometidos profesionales mientras, por ejemplo, pasan más tiempo con sus hijos o pueden intercalar momentos de ocio. Para la implantación con éxito de modelos híbridos de trabajo es fundamental el liderazgo y el apoyo en el departamento de recursos humanos.
• Felicidad. Es frecuente que un trabajador motivado e identificado con la empresa rinda más. Una de las vías para incrementar la motivación es a través de la retribución flexible, un sistema que permite ofrecer a toda o parte de la plantilla la opción de decidir cómo quiere cobrar su sueldo. Así, los empleados pueden obtener una parte en efectivo y otra a través de productos o de servicios que contratan gracias a la empresa, como, por ejemplo, un plan de jubilación colectivo, tarjetas de transporte, cheques restaurante o de guardería.