30 oct 2025
Impacto geopolítico de la Gira Asiática de Trump
Múltiples acuerdos, grandes inversiones y la Batalla por los Minerales Críticos
La reciente gira del presidente Donald Trump por Asia ha sido fiel reflejo de la reconfiguración de las relaciones económicas y estratégicas de Estados Unidos en el Indo-Pacífico. Lejos de ser un simple viaje protocolario, la travesía se plasmó en una intrincada red de acuerdos comerciales, compromisos de inversión masiva y pactos cruciales en áreas de alta tecnología y recursos estratégicos. Como el propio Trump dijo durante la gira: "La seguridad económica es seguridad nacional". El objetivo era doble: consolidar las alianzas clave mediante incentivos económicos y reducir drásticamente la dependencia de EEUU respecto a las cadenas de suministro controladas por China, especialmente en el vital sector de los minerales críticos.
El viaje, que incluyó paradas en Malasia (Cumbre del ASEAN), así como en Japón y Corea del Sur, mostró una vez más la estrategia de la Casa Blanca de utilizar la política arancelaria y su papel como garante de la seguridad como palanca para obtener compromisos financieros.
Las Alianzas: Japón y Corea del Sur
La relación con los aliados del noreste de Asia fue el punto culminante de la gira en términos de valor económico.
Japón emergió como el socio que asumió el compromiso financiero más significativo. La firma del Acuerdo Marco y Comercial EEUU-Japón no solo cimentó los aranceles recíprocos en un rango manejable (alrededor del 15%-19%), sino que, lo más importante, fue el compromiso de Tokio de hasta $550 mil millones en inversiones hacia EEUU. Estos fondos están destinados a revitalizar sectores clave, incluyendo la energía nuclear (con la construcción de reactores avanzados) y el desarrollo de infraestructura de inteligencia artificial (IA). Paralelamente, la firma del Acuerdo de Prosperidad Tecnológica (TPD) y un Acuerdo de Minerales Críticos consolidó la cooperación de ambos países en áreas de tecnología emergente y la seguridad de los recursos estratégicos frente a terceros países.
En Corea del Sur, el patrón se repitió con fuertes compromisos de compra e inversión. Seúl accedió a un Acuerdo de Prosperidad Tecnológica similar al de Japón, centrado en IA, 6G y biotecnología. Desde el sector privado, la aerolínea Korean Air realizó un pedido monumental de más de 100 aviones Boeing y motores GE Aerospace, valorado en decenas de miles de millones de dólares. Además, la inversión de Amazon de $5 mil millones para infraestructura en la nube surcoreana subraya el enfoque en la cooperación digital. Corea también se comprometió a garantizar la estabilidad del suministro de GNL estadounidense mediante acuerdos a largo plazo.
El Enfoque en el Sudeste Asiático: Comercio y Minerales
Con los países del ASEAN, al igual que con Australia la semana anterior, la agenda se centró en asegurar el acceso a los minerales críticos a cambio de estabilizar las relaciones comerciales.
Malasia y Camboya: Ambos países firmaron acuerdos comerciales que les otorgaron una ventaja inmediata: evitar que los aranceles de EEUU se dispararan, manteniéndolos en un rango del 19% (con importantes exenciones para bienes agrícolas). A cambio, EEUU obtuvo promesas de acceso al mercado y, fundamentalmente, la firma de Memorandos de Entendimiento para fortalecer la cooperación en tierras raras. Malasia, en particular, se comprometió a no imponer prohibiciones o cuotas de exportación de minerales críticos a EEUU
Vietnam y Tailandia: Estos países cerraron acuerdos marco que también apuntaron a la estabilidad comercial. Vietnam confirmó la reducción del arancel de EEUU al 20%, evitando una tasa mucho más alta, y consolidó lazos comerciales con la compra de 50 aviones Boeing. Tailandia firmó un MOU sobre minerales críticos y se comprometió a grandes compras de aviones y productos energéticos estadounidenses.
Ruptura y renovación de la Tregua con China
La etapa final y más esperada de la gira fue el encuentro entre el Presidente Trump y el Presidente chino Xi Jinping al margen de la cumbre de APEC en Corea del Sur el día 30 de octubre.
Este encuentro se produjo tras una abrupta ruptura de la tregua comercial a principios de octubre a raíz de la prohibición de China de exportar materias raras a empresas con restricciones de transferencia de tecnología a China. Como respuesta, Donald Trump el pasado 10 de octubre, anunció nuevos aranceles del 100%. Parecía que la tregua comercial quedaba rota y se ponía en peligro el encuentro previsto entre Xi y Trump en Corea del Sur.
Sin embargo, rápidamente se ha ido relajando la tensión y ambos países alcanzarán un acuerdo el 26 de octubre que permite seguir avanzando en las negociaciones y mantuvo las agendas presidenciales. Se anunció un "acuerdo marco" que suspende la imposición de nuevos aranceles adicionales, incluyendo la amenaza de EE.UU. de aranceles del 100%. China retrasará durante un año la implementación de sus restricciones a la exportación de minerales de tierras raras y reanuda la compra de soja estadounidense, algo que era una demanda clave de Washington. Adicionalmente EEUU reduce los “aranceles por fentanilo” del 20% al 10%. Sin embargo, los controles anunciados anteriormente en abril —sobre siete elementos de tierras raras, incluidos el galio y el germanio, ambos fundamentales para las industrias de defensa y semiconductores— siguen firmemente vigentes. El acuerdo señala un equilibrio de fuerzas muy distinto al que trasluce del resto de acuerdos con socios y aliados de EEUU.
Se reestableció así un marco positivo para la reunión de los líderes que sirvió finalmente para rubricar la extensión de la tregua comercial. Si bien la reunión no produjo un acuerdo comercial integral y permanente, sí logró desactivar una escalada arancelaria inmediata y proporcionó a las economías globales un momento de respiro comercial.
Conclusión
La Administración Trump podrá exponer esta gira como como un rotundo éxito de su política comercial como instrumento para inyectar miles de millones de dólares en la economía estadounidense. No obstante, como sucede con tantos otros acuerdos firmados hasta ahora de esta naturaleza, habrá que ver qué grado de cumplimiento tienen y, hasta qué punto, tiene un impacto real y no se trata de inversiones y compras que formaban parte ya de los planes de las empresas implicadas. Lo que está claro es que la gira marca un hito en la política exterior americana situando en el centro el objetivo de paliar la gran debilidad expuesta en la negociación con China: su dependencia de los materiales críticos.
Los acuerdos de cooperación tanto en tecnología como de minerales críticos con los aliados asiáticos refuerzan la estrategia de Washington de crear un ecosistema económico y de seguridad que sea menos vulnerable al control de Pekín. Por último, la gira nos deja la confirmación de que la nueva política comercial de EEUU está indisolublemente ligada a objetivos geopolíticos y de seguridad nacional.