Nueva ronda de estímulos para el sector inmobiliario

Pekín ha adoptado una política basada en pedir a los gobiernos locales que compren viviendas no vendidas a los promotores y las conviertan en viviendas sociales asequibles. Las medidas también incluyen una reducción de los tipos de interés hipotecarios y de los ratios de entrada y, lo que es más importante, 300.000 millones de yuanes (41.500 mill.$) en efectivo barato del banco central para financiar las compras estatales de propiedades. El anuncio de este paquete de estímulos se produjo tras la reunión en abril del Politburó, el máximo órgano de gobierno chino, lo que indica que la estabilización del sector inmobiliario se ha convertido en la gran prioridad de Pekín en su intento de reactivar el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo. Sin embargo, aún no está claro cómo se llevarán a cabo las compras públicas ni cuánto se necesitará para financiarlas. El 24 de mayo, Tao Ling, vicegobernador del Banco Central, dijo que el programa de garantías podría llegar a respaldar préstamos bancarios por valor de 500.000 millones de yuanes (69.000 mill.$) para apoyar las compras. Pero incluso esta cifra es mucho menor de lo que podría necesitarse. Algunos analistas estiman que podrían ser necesarios cientos de miles de millones de dólares para eliminar el retraso de millones de viviendas vacías o inacabadas en todo el país.